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31.1.12

¿QUÉ OCURRIÓ CON LOS BURDELES Y CON LOS RESERVADOS?

Ninguna de las dos figuras desapareció. Por el contrario, los burdeles y reservados se han robustecido y ahora son empresas que generan grandes dividendos a sus socios. Hoy por hoy hay burdeles de gran lujo que operan en las ciudades capitales de Colombia. Todos de funcionamiento nocturno y con 50, 60 ó 70 chicas esperando por clientes y haciendo, mientras tanto, entretenidos y eróticos espectáculos coreográficos. Los burdeles pequeños y medianos que suelen funcionar en las zonas comerciales antiguas de las ciudades y en las poblaciones menores, siguen vigentes.

Los 'reservados' también se crecieron. Aunque aún funcionan los pequeños o en casas, la tendencia es que se vayan ampliando, y en las ciudades grandes como Bogotá, Cali y Barranquilla; muy especialmente en Cali, existen reservados de funcionamiento diurno que albergan 30, 40 ó 60 chicas que llegan allí desde las 10 de la mañana y abandonan el lugar a eso de las 7 u 8 de la noche, son lugares que tienen hasta 30 habitaciones disponibles. En estos sitios generalmente no se vende licor, excepto una o dos cervezas por cliente. Todo hombre que va allí, va a lo que va. Tan pronto llega, le desfilan las chicas, escoge la de su gusto y ¡zaz! para la habitación. Muchas de estas damas de reservado, siguen siendo mojigatas ante sus vecinos y familiares, manifestando que trabajan en un almacén o en una fábrica. De hecho, cuando van a salir a presentarse ellas divisan, a través de una ventana de vidrio espejo, al cliente ante el que van a desfilar y si observan que se trata de un conocido, sencillamente no salen del camerino.

En estos reservados diurnos es donde acuñaron y crearon el concepto de las VIP (refiriéndose a este oficio), pues a las chicas las clasifican en dos grupos, las 'normales' y las 'VIP' (las más llamativas). Y manejan dos tablas de tarifas que son las que primero le muestran al cliente, él mira a cómo son las normales y a cómo las VIP y decide cual grupo le desfila si unas u otras, o puede solicitar que le marchen las dos tropas.

Los reservados diurnos son los sitios ideales para los varones matrimoniados; pues basta con que saquen un rato al medio día o en la tarde y se pasen por allí. Una o dos horas después irrumpen nuevamente a la calle, ya muy gratificados y con tremenda cara de satisfacción y, aunque bien bañaditos, sin evidencias. Las chicas que atienden en los reservados más profesionales, tienen prohibido aplicarse perfumes y, además, los champús y jabones que colocan en los baños son de los llamados inoloros, así que todo queda en el limbo y en el feliz recuerdo en la mente de los caballeros.