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2.2.12

LAS APARIENCIAS DE LAS PREPAGO

La gran mayoría de estas fufurufas guardan apariencias y se comportan solapadamente en su entorno inmediato (familia y amistades normales). Lo que ignoran es que aparte de su señora madre, y a veces del abuelito, ya nadie más les cree sus machacados cuentos reforzados (otra cosa es que la gente sea prudente). Menos les creen cuando ─estando sin trabajo─ las ven salir súbitamente y muy acicaladas, para retornar tarde o al siguiente día. Con alguna reiteración van a pasar fines de semana fuera de casa; o, a menudo las observan salir de viaje repentinamente y sin motivos importantes ¿y plata de dónde?

La mayoría de ellas llevan (entre comillas) una "vida bastante relajada y holgada"; al fin y al cabo terminan acostumbrándose a "amar" y a "dejarse amar" ─en en un buen porcentaje─ de  borrachos, groseros, ignorantes, mal hablados, drogados, adictos, mal olientes, pecuecudos, flatulentos, etc. Y, EN MUCHOS DE LOS CASOS, TERMINAN ACOSTUMBRÁNDOSE A LAS FRECUENTES GOLPIZAS Y FLAGELACIONES A LAS QUE SON SOMETIDAS por drogados, maleantes y chapuceros en general que contratan sus amorosos servicios.

Aquel cuento de los queridísimos, hidalgos y amables Dulcinéos del Toboso; es decir ─comparando─ por aspecto, pinta y solvencia económica, los Brad Pitt, los George Clooney, los Alejandro Fernández, los Robert Pattison, los Michel Brown y, ahora, los JAMES RODRÍGUEZ, entre otros prototipos de adonis, solo desfilan en la quijotesca y creativa imaginación de estas mujeres cuando están jactándose de sus aventuras ante sus embobadas y atolondradas amigas. Aventuras que, en sus relatos, asocian con unas gruesas sumas de dinero que jamás les han pagado; la realidad oscila ─en términos de pago─ por el orden del 20 ó 25% de lo que ellas mencionan (la quinta o cuarta parte). Cuando dicen que les pagaron $600.000 pesos colombianos (300 dólares) por un servicio, es porque, en realidad, cobraron y les pagaron una suma del orden de los cien o ciento cincuenta mil pesos (75 dólares), ¡no es más!. Y, esto, por hablar de los valores que constituyen los techos o topes máximos TÍPICOS. Desde luego que no deja, de manera excepcional, de aparecer un loco (ladrón o mafioso) que les proporciona sumas mayores; pero, esto, es la rara excepción.

Cuando estas mujeres están en familia o están en casa, si desean más ingresos, tienen que estar muy atentas del celular, hasta dormir con él en la cabecera y con los timbres y los vibradores activados; pues, en cualquier momento les sale un plan o su proxeneta les hace un requerimiento y, si no lo quieren perder, deben responder de manera inmediata y salir prestas a hacer la atención. Y si en verdad desean descansar: sencillo: apagan el celular de trabajo y utilizan solo el de las amistades que están sanas del cuento.


No obstante todo esto, el deseo, aspiración y deseo de ellas, es que sus amistades (las que desconocen su verdadero ofico) las miren y las cataloguen de estudiantes universitarias, de secretarias, de vendedoras, de asistentes ejecutivas, de guías turísticas, de modelos, de artistas, de asesoras de cualquier cosa, etc. Y que piensen que son

AFORTUNADAS Y BENDECIDAS.