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3.2.12

LA TECNOLOGÍA  APOYA A LA PROSTITUCIÓN

Entrando los años 90, se popularizó el uso de un dispositivo electrónico llamado BUSCAPERSONAS, LOCALIZADOR o BEPPER. Esa fue la solución al atolladero en el que se encontraban cantidad de mujerzuelas solapadas que tenían problemas en sus casas por las continuas salidas. Ahora, la administradora del reservado o alcahueta, tendría consideración con las de mayor dificultad y les mandaría un mensaje al buscapersonas. En ese mensaje les decía: "Mija llegó mercancía nueva, llámeme o véngase para entregársela, pero urgente. Atte, Supervisora de Yambal". Y listo, todo empezó a mejorar.

La facilidad del aparatico electrónico, más la constante insistencia y motivación de las que ya estaban en esto, empezó a movilizar y a generar una desbandada grande de chicas estudiantes y damas corrientes que querían ejercer la prostitución mediante el sistema de llamado por bepper. Para este asunto fue genial el invento del bepper; en consecuencia ya no eran pocos reservados, se crearon muchos.

Fue cuando empezó la estrecha relación cliente-proxeneta y proxeneta-puta. A tal punto que por el conocimiento mutuo que había, ya el cliente no iba hasta el reservado, sino le decía telefónicamente a la matrona "mándeme una chica a tal dirección", si el cliente era conocido no dudaban del pago. Este le pagaba a la joven y con ella misma mandaba lo de la madame o alcahueta.

Así como las rameras de la Capital del Nuevo Reino de Granada se identificaban con bisutería barata en sus pies descalzos, ahora, en la época del bepper, éste adherido a la pretina del jean o colgando de la pechera de la blusa de una dama que transitaba sola por la calle, cumplía análoga función a la de bisutería en las garras inferiores de sus portadoras. Naturalmente que las profesionales y damas ejecutivas también usaban bepper, pero lo portaban en sus bolsos, no colgando de la blusa.

LA TECNOLOGÍA NO CONTENTA...

Para la segunda mitad de los años 90 apareció el teléfono celular. Inmediatamente se convirtió en el artículo más ambicionado por las putillas y putonas veteranas de turno. El problema inicial fue que llegó a un alto costo. Y, claro, los caballeros, deseosos de quedar como unos príncipes con sus puticas de mejor desempeño, empezaron a regalar celulares a diestra y siniestra. Y ellas muy hinchadas, quitaron de la pretina de su jean el bepper y colocaron el celular; hasta asumían que eso les daba estatus.

Desde luego que ese fue el impulso más significativo que haya tenido la prostitución en Colombia y seguramente en Latinoamérica. A los reservados empezaron a llegar chicas estudiantes desde los 15 años de edad (incluso menos) con su celular en el jean, y también mujeres de 35 y 40 años que miraban con algo de encono a las más jóvenes. Se creía que era el boom de la prostitución.

Pero aún faltaba bastante para que se diera ese boom.

Y a estas alturas no faltaba la putica primípara que aún trabajaba con el teléfono fijo de la casa. Y por cierto, para los señores más sagaces y versados, eran las más apetecidas, pues se decía que las de celular se habían vuelto demasiado promiscuas y recorridas.

PROSTITUTAS INDEPENDIENTES

La creatividad de las colombianas y la laxitud de los periódicos de algunas ciudades, no se hizo esperar. Apareció el primer clasificado que, palabras más palabras menos, decía: "VANESSA, trigueña, delgada, 20 años, atiendo a domicilio caballeros y parejas, solo en las tardes. Llamar al 310-123 4567".

Y ahí sí como dicen en la calle "Pa'qué fue..." Al mes, el periódico El Pais ─de Cali─, Vanguardia Liberal ─de Bucaramanga─ y el Heraldo ─de Barranquilla─, crearon una sección más: ADULTOS. Para el año 2000 la sección de adultos era media página o incluso más. Ya las chicas no querían ser manejadas por proxenetas a quienes debían darles un dinero por cada llamada. Ahora eran independientes al igual que las rameras de hace 2000 años que con su propia autonomía atendían a la vera de los caminos.

Ese trabajo de meretriz independiente, les dió buenos ingresos, pero lamentablemente les trajo riesgos a las militantes del movimiento putérico: el cliente sabía que era una mujer desprotegida, que podía abusar de ella y que nadie le iba a reclamar. Así fue como empezaron a utilizarlas sin pagarles, las engañaban, cuando la chica llegaba a atender a un cliente podía resultar hasta con 4 ó 5 hombres encima a quienes debía satisfacer por el mismo precio, las encerraban por varios días para estar utilizándolas carnalmente, les pegaban (aún les siguen pegando a algunas), hasta las han matado por negarse a consumir drogas o cosas parecidas, o por el simple gusto perverso de matarlas.

Y los hombres también tenían molestias y desazones. Ellos decían: "pero es que por teléfono me dijo que era rubia y llegó una muy morena con el pelo teñido" o "pero es que me dijo que era de cabello liso y llego una de pelo churco" o "después de que se fue esta vieja me di cuenta que me robó el reloj" y, así, etc., etc.

LA TECNOLOGÍA POR TODO INTERCEDE

Entonces entró la época en la que se popularizó La Internet y, con ella, las páginas de acompañantes o ─para usar un extranjerismo─ de Escorts. Con ese invento todo el mundo quedó contento.

CÓMO FUNCIONAN LAS PÁGINAS DE ESCORTS

Las páginas de acompañantes tienen un enlace o una sección que se llama TRABAJE CON NOSOTROS. Esta parte es para las mujeres que quieren adscribirse a una determinada página. A veces es con formulario virtual y en otras oportunidades con entrevista. Pero lo cierto es que el dueño de la página se reserva el derecho de admitir a las mujeres que pone en vitrina virtual. Esto no significa que todas sean de un solo estereotipo, pues la página debe tener mujeres para todos los gustos e incluso para todo tipo de servicios.

Cada chica, a manera de un mini Facebook, tiene un perfil (de consulta pública) en la página a la que se ha adscrito. En ese perfil aparece un grupo de fotografías en vestido de baño o semidesnuda. Salvo algunas excepciones, la mayoría de mujeres que están allí en exhibición no enseñan el rostro, se lo velan mediante una pequeña edición fotográfica que le hace el administrador de la página. En ese perfil se señala edad, raza, estatura, peso, a veces las medidas, los servicios que prestan refiriéndose a sexo anal, sexo oral, relación con damas, doble penetración, show de sexo en vivo o de streptease, bien sea privados, para despedidas de solteros, para fiestas swinger, etc. También clarifican los horarios y días de disponibilidad, y precisan si pueden viajar por varios días o no.

Cuando estas páginas empezaron a funcionar, el cliente llamaba, pedía algo más de información y, al final, la chica. Quien le atendía por teléfono le decía que por cortesía y para mayor comodidad de él, le mandarían dos damas para que se quedara con la que más le atrajera y que, con la rechazada, mandara el costo del servicio, pues el vehículo que las llevaba, la regresaba. En otras oportunidades el taxista cumplía la tarea de recaudar el pago.

Incluso, con esa mecánica o procedimiento, actualmente siguen operando algunas páginas de acompañantes.

Cabe acotar que en estos sitios web, rotulan a sus damas, sean gordas, chiquitas, altas o flacas, como "Modelos".


La revista SOHO ha publicado algunos artículos en los que, por investigaciones hechas, han detectado que aproximadamente el 75% de las fotografías publicadas en la web como imagen de las chicas prepago, no corresponden a la dama real, tienen un parecido pero con menos atributos.

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LA TECNOLOGÍA NO SE CANSA DE AYUDAR

En los años 2003 y 2004, empezó a hacer carrera en Colombia (en los países desarrollados ya estaba popularizado hacía tiempo) el sistema de pagos por Internet. Y se creó en Bogotá una compañía de nombre Pagos On Line (con sede en Bogotá). Esta aparición y su aplicación en las dichosas páginas, hizo considerar que era el mejor momento de la prostitución en Colombia; pues, al parecer, se había tocado el cielo en materia de facilidades tanto para ejercerla como para la clientela. Era lo que faltaba en Colombia: esa empresa.

Colombia nunca ha podido recibir pagos directos a través de Paypal ni de 2chekout que son las dos mayores recaudadoras de pagos virtuales a nivel mundial (los norteamericanos nos siguen viendo con aura de deshonestos).

Inmediatamente, en este nuevo carrusel tecnológico de Pagos On Line, se montaron la mayoría de páginas de acompañantes o al menos las que contaban con el dinero (en ese entonces era costosa la adquisición de esa herramienta: software + plataforma de pagos + derechos = $3.000.000).

Y empezó a operar, y continúa así: el cliente llama o se comunica por chat, manifiesta cuál chica le interesaba según las fotos y llega a un acuerdo. Entonces le indican: "tenga la gentileza, caballero, de realizar transacción a través de nuestra plataforma de pagos que está ahí en la página y volvemos a hablar una vez haya hecho la operación". Cuando el proxeneta constata la realización del pago, le devuelve la llamada al cliente y le confirmaba que todo está okey y que la chica ya se pone en camino.

UNA AYUDA TECNOLÓGICA MÁS

Para la misma época en que se introdujo en Colombia el sistema de pagos en línea, simultáneamente se inició la popularización de las cirugías estéticas. Y como en esas páginas web lo que vende a una chica son sus fotografías, se les creó la necesidad de aparecer con cuerpos delgados y voluptuosos. Entraron entonces en el estrés, en el gasto y en el trajín de estarse perfilando la figura mediante las famosas liposucciones. Y como lo más característico en toda golfa que se respete es la pereza, el sueño y el hambre y, de hecho, son los gustos que más se auto satisfacen, además del licor y el cigarrillo que ingieren frecuentemente, ninguna liposucción les dura lo que quisieran. Cuando nuevamente empiezan a verse gorditas o con demasiada celulitis en las fotos, corren nuevamente a que les aspiren sus aceites y grasas que tienen acumuladas en sus caderas, muslos, abdomen y cintura, para cumplir con el requisito de la página de pasar por el estudio fotográfico cada año para la renovación de sus respectivos álbumes. Y así hasta cuando la merma de su precio (aspecto marchito) ya no dé para más lipos.

FUE ASÍ COMO SE ORIGINÓ EL VOCABLO DE 'LAS PREPAGO'

Nació entonces y de esta manera el concepto de las prostitutas prepago; solo que por "abreviar" y por convenida "comodidad" ellas han querido que únicamente se hable de LAS PREPAGO; es decir, usando solo el adjetivo calificativo y omitiendo intencionalmente el sustantivo que es el que realmente identifica. Porque solo 'prepago' puede ser una tarjeta, un vaucher de un hotel, un servicio telefónico, un servicio de televisión, una tarjeta de pago de transporte masivo de pasajeros, etc.

Y es lógico el concepto, la putica o TRABAJADORA SEXUAL (nuevo sinónimo legal) va a prestar un servicio que ya está cancelado de antemano, es un servicio prepago indudablemente. Con esta nueva manera de operar todo el mundo se porta bien: el cliente no agrede, ni asesina a la muchacha porque lo tienen identificado, además paga el polvo en 24 cómodas cuotas (algo nunca visto); la putilla no roba porque también está identificada y, además, porque no quiere que la bajen de la página; y el empresario manda a la muchacha o la veterana tal y como la prometió y con la debida puntualidad porque desea capturar y conservar a ese cliente.

Estas casas de prostitución no le dan al cliente como única opción el pago virtual, no lo encasillan para no crear la posibilidad de perderlo. Le dan otras alternativas: el pago por consignación, el giro por Servientrega y, cuando es en la misma ciudad, el pago en efectivo a través de un taxista previamente contratado o de un emisario-cobrador. Cuando se dan estos pagos en efectivo, quien envía a la muchacha se queda sin datos reales del cliente; pero, aun así, en el afán de no perder ese ingreso, lo admiten. Es cuando el proxeneta queda comiéndose las uñas, pues si desaparecen a la chica o abusan de ella, no tiene idea a quien realmente le mandó el servicio.

En Colombia la competencia entre estas páginas de acompañantes es fuerte. Tienen que hacerse bastante publicidad, apoyarse en los recepcionistas de los hoteles, en los taxistas, en directorios virtuales y en todo medio que vean idóneo para darse a conocer. Además, la mayoría de estos sitios han creado en forma paralela y dentro de él mismo, el famoso CHAT VIRTUAL ERÓTICO que es una fuerte ayuda económica paralela que suelen tener tanto las empresas como las mismas mujeres que aparecen en estas galerías. Algunas de ellas van a chatear a las cabinas de la empresa o, si pueden, chatean desde sus casas. Aunque este asunto es otro tema y no es exactamente el que viene ocupándonos, se aprovecha aquí para dejar claro, en forma resumida, que el Chat Erótico no es otra cosa que bulliciosas masturbaciones y penetraciones mediante juguetes, frente a una cámara web para aquellos pendejos virtuales que pagan por minuto transcurrido. Y minuto es minuto, sin importar que sean aquellos primeros 10 ó 20 durante los cuales la "actriz" porno, mediante una insulsa cibercharla hace creer que está excitada y le toma el pelo al boquiabierto tarjeta habiente que acaba de ingresar sus datos en el formulario de pagos. Y sin excluir tampoco los 5 ó 10 largos minutos que luego dura la chica acariciando, mimando y, cual tropical camaleón, lamiendo con cara de orgasmo el insípido plástico del consolador que, posteriormente, con la lentitud de un morrocoy, introducirá por sus más íntimos canales, no sin antes emplear otras docena de minutos mientras se soba sus pies, sus rodillas, sus muslos, sus senos, su cuello y, obviamente, su pubis y su trasero, en la medida que empieza a gemir un poco más fuerte que si estuviera a punto de dar a luz. Y eso que en la crono-contabilidad de este breviario imaginario, nos saltamos el tiempo de la despojada de ropas.

Siendo a $3.000 ó a $4.000 el minuto, ya imaginarán el valor que le cuesta cada pajeada a los "avispados" caballeros que se hacen adictos de esta entretención. Más económico les saldría desarrollar un poco más la imaginación para sus momentos de sicalíptica soledad.

EL COLMO DEL APOYO POR PARTE DE LA TECNOLOGÍA

La mayoría (por no afirmar que todas) de las chicas que prestan un servicio íntimo a cambio de un estipendio económico y en ejercicio de la prostitución, procuran que el cliente se quede con sus datos. Sus datos son el nombre ficticio y el teléfono celular. Ella, a su vez, toma nota de quiénes se han quedado con sus datos. Y los llama "mis amigos"; incluso hay algunas de mente loca que los llaman "mis pretendientes". Esa lista ─en realidad─ es algo así como la clientela o parte de la clientela. Por esto es que toda prepago que se respete, difícilmente cambia su número celular de trabajo, porque sería como desaparecer para todos sus clientes. Y como ella no los puede llamar para darles un nuevo número, porque se va a ganar casi tantos regaños como llamadas haga y, adicionalmente, se quedaría sin clientes.

¡Que no me llames!
La mayoría de los hombres les prohíben terminantemente que les llamen. Así sea que el hombre se encuentre íngrimo solo en la mitad de una cancha de futbol, si una prosti le llama, se pone iracundo, pues imagina que esa llamada le ha podido entrar estando con su esposa o con sus hijos; y, por ello, su reprimenda telefónica le da.

Usualmente un cliente que a través de una página web conoce a una chica que le interese, procura volverla a buscar pero ya no a través de la página sino contactándola directamente. Esto para evitar el pago de la intermediación. Y la chica también registra el mismo interés para eludir el pago que a ella le corresponde. Favorece el fenómeno de que la mayoría de clientes se impresionan con casi todas las chicas que les manden; pues dada la competencia y la necesidad de ellas porque el cliente las siga solicitando, se convierte en las mejores actrices porno que jamás haya existido. Se vuelven un espectáculo en el sexo y además, cuando creen que el sujeto es 'buen partido', le demuestran un impresionante amor a primera vista. Así las cosas, salvo algunas excepciones, se quieren conservar mutuamente contactados; pero no siempre existe la sencillez de la comunicación inmediata (telefónica) porque el individuo no necesariamente estará dispuesto a entablarla dado que permanece rodeado de personas. El email casi no sirve para esto porque no hace la conexión inmediata, y porque muchas de ellas aún no están familiarizadas con el mismo.

Ante este inconveniente fue cuando la tecnología no contenta con todo el apoyo prestado al libre desarrollo de la actividad putesca, sale con la solución perfecta: el Black Berry, el Smartphone, el WhatsApp, el Skype... Ahora sí, putona y cliente se pueden comunicar, sin que el hombre tenga que contestar delante de su mujer, pues puede procurarse un espacio privado para leer mensajes y contestarlos. Y la putilla feliz con sus 200 ó más contactos; no tanto para escribirles, sino en espera de cualquier mensaje requiriéndolas.

Claro está que el vínculo o conocimiento inicial entre cliente y putona sigue siendo la página o páginas de escorts. Y ahora esas páginas prestan servicio nacional.

COBERTURA DEL SERVICIO

Un cliente de Cúcuta que sale a un seminario de una semana a Medellín, puede ponerse en contacto con la página de acompañantes de su confianza en Bogotá (la página donde lo consienten) y solicitar que le manden, por ejemplo, una flaca, rubia, alta y de cabello liso, no mayor de 28 años al hotel 'X' de Medellín. La página le cotiza según el número de días, y revisa si, de pronto, dentro del portafolio de chicas de la página, hay alguna con ese perfil viviendo o de paso por Medellín, lo cual disminuiría el valor de la cotización al no tener que incluir pasajes. Una vez el cliente acepte y realice el pago, la página CUMPLE PORQUE CUMPLE. Porque de lo contrario el cliente elevará la queja formal ante Pagos On Line, le pueden retirar o inhabilitar la plataforma de pagos a esa página, y eso si sería nefasto para la página. Así le toque ir a la mismísima celestina a prestar el servicio, después de haber sido pago por el solicitante, tienen que esmerarse por cumplirlo.